lunes, 6 de enero de 2014

El Canal de Panamá




Y llegamos a Panamá, que en voz nativa significa tierra de abundancia y que en términos geográficos es un puente entre el sur y el centro del continente americano... Bueno... era un puente porque ahora más que puente es barrera... una "zanja mágica" para los capitalistas que descubrieron una fuente incalculable de riqueza al dividir el continente.

Y entramos por el Caribe, la ciudad de Colón es literalmente "caliente"...
  

En estos conventillos a medio caer se amontonan los morenos de descendencia antillana que llegaron a trabajar en la construcción del famoso "Canal de Panamá". Esos morenos que huyeron durante siglos de los esclavistas, internándose en lo profundo de su tierra Africana, que fueron vendidos como mulas, que viajaron de prisioneros en el fondo de los barcos de traficantes, después de dejar su sudor y su sangre en las islas del caribe, después de olvidar su idioma y aprender francés o inglés, fueron llevados a territorio panameño para dinamitar y partir en dos el continente. Colosal proyecto yanqui de vincular dos océanos... Tal vez este pueblo de piel oscura como la tierra resistiera la malaria que diezmaba a los chinos, a los griegos, a los italianos y a los indues que habían mandado a traer para el trabajo y que dejaron su aliento en esa grieta...

  

Y ahora... esos morenos de sonrisa ancha se amontonan en la costa del Caribe abandonados, una vez más, por el Estado panameño... Sin embargo llevan en la sangre la alegría, el ritmo y el color...


Gamboa

La base de operaciones en la construcción del canal de Panamá y la residencia de los trabajadores... En la zona baja vivían los obreros, en la zona media los capataces, y en el sector Golden estaban las casas de los ingenieros y administradores yanquis de mayor rango y "prestigio". Quien nacía en las inmediaciones del canal tenía (desde 1904 y hasta 1999) ciudadanía norteamericana, eran los llamados "zonians". Y para acceder a Gamboa o cruzar el canal, los panameños debían tramitar visa norteamericana. Así la cosa... no solo se separaba Sudamérica de Centroamérica... también esta "zanja mágica" separaba a los panameños de un lado y otro del canal.


Eso si... los norteamericanos comprendieron que la seguridad de su empresa yacía en el adecuado dragado del canal y para eso era necesario mantener el bosque natural. Este bosque humedo asegura la conservación del agua, recurso básico, y evita aludes de lodo que pudieran obstaculizar el paso de los barcos... Asique a puro parque nacional!!!


El 29 de Agosto amanecíamos en Gamboa. La noche anterior habíamos sido escoltados por la policía turística hasta las inmediaciones del canal, a una zona donde podíamos acampar. ahí, en esa mañana, mientras mirábamos pasar los buques gigantes por la "zanja mágica", conocimos al Pancho Aybar...

- Una citroneta!!!!- dijo el amigo aflautando la voz a lo chileno.

Así conocimos a nuestra familia panameña... esa que nos albergó y nos introdujo en la historia y la cultura de Panamá. Ellos son latinos a lo grande, un poco chilenos, un poco cubanos y un poco panameños. Viajeros de nuestra américa que finalmente tuvieron hijas en panamá y se asentaron por un tiempo. 

 

Gracias familia Aybar, los queremos!